Mujer de 38 años, gestante de treinta semanas de evolución, acude a consulta preocupada por la aparición brusca de múltiples puntos rojos en tórax, abdomen y brazos. No duelen ni pican ni se asocian a clínica infecciosa o sistémica. Los puntos rubí, también denominados manchas de Campbell Morgan, angiomas cereza, angiomas seniles o adquiridos comunes1, son el tumor vascular benigno más frecuente. Son debidos a la estrangulación de capilares de pequeño calibre que se dilatan y, con el tiempo, presionan la piel aflorando por debajo de ésta. Se presentan de forma asintomática como pápulas múltiples de 1 o 2 mm de diámetro (como la cabeza de un alfiler), de color rojo brillante intenso o morado, sobreelevadas, con forma cupuliforme y bien delimitadas (fig. 1). Aumentan lentamente de tamaño, por lo que podemos tenerlas durante años sin darnos cuenta del cambio, y no suelen ser mayores de 1 cm de diámetro. Se localizan en el tronco, aunque pueden aparecer en las extremidades y más raramente en la cara. Se observan en toda la población a partir de la cuarta década, siendo consideradas un signo de envejecimiento. Figura 1. Puntos rubí agrupados. Existen formas denominadas eruptivas, caracterizadas por la aparición rápida de múltiples lesiones a la vez. Este fenómeno se observa típicamente en el embarazo, asociado a prolactinomas y al síndrome de POEMS (polineuropatía, organomegália, endocrinopatía, gammapatía monoclonal y cambios cutáneos). Histológicamente, encontramos una neoformación de capilares dispuestos en lóbulos en la dermis superficial y...