Caso clínico: paciente varón de 65 años diagnosticado recientemente de DM, acudió a la Clínica Universitaria de Podología de la UCM preentando una amplia verruga en mosaico, bajo la 1ª y 2ª y parte d ela 3ª cabeza metatarsal del pie izquierdo, de 4 años de evolución. Dado que el paciente había sido sometido a multitud de tratamientos locales y tras descartar la malignización mediante biopsia de tejido, se decidió intervenir quirúrgicamente la lesión y tras realizar un amplio desbridamiento, se usó una terapia de presión negativa (TPN) continua a 150 mm de Hg y posteriormente se fijó una dermis de tejido artificial. La TPN estimuló el desarrollo prematuro de de tejido de granulación sobre la fascia plantar en 23 días, eliminando el exceso de fluídos. Disminuyendo la contaminación bacteriana y evitando así la reinfección. Posteriormente, el injerto de dermis artificial fijado mediante sutura favoreció una histogénesis similar a la dermatogénesis embrionaria, evitándose el desarrollo de cicatrices dolorosas en la planta del pie. El uso combinado de una dermis artificial y TPN es una alternativa terapéutica adecuada, que mejora la cicatrización en amplios desbridamientos del pie, donde se exponen estructuras nobles y evita la aparición de cicatrices patológicas.