El entorno de severa contención de costes obligará a buscar de forma activa la sostenibilidad interna en los sistemas sanitarios; la desinversión en todos los servicios que no añaden valor es una de las herramientas a utilizar. En este artículo se aporta una taxonomía práctica para identificar los cuidados inefectivos, inseguros, innecesarios, inútiles, inclementes e insensatos, y se analizan las implicaciones en relación a pacientes ordenados por su gravedad y en función a las ganancias de salud esperables por la intervención. Finalmente se analiza la factibilidad de las políticas de desinversión en relación al ámbito macro-meso o micro de la gestión