I.K. Iríbar Diéguez, B. Villas Miguel
Este es el caso de una mujer de 80 años en que el cuadro se inicia con una lesión maculoeritematosa en la región interna del tobillo, dolorosa y con la epidermis íntegra (fig. 1), sin que la paciente reconociera circunstancias intercurrentes en los días previos, salvo el inicio de tratamiento con gabapentina 900 mg al día, 6 días antes. Como antecedentes la paciente presentaba insuficiencia venosa crónica (fig. 1), que le generaba calambres musculares y artrosis. Crónicamente la paciente usaba medias de compresión fuerte y tomaba paracetamol 1 g 3 veces al día, aceclofenaco 100 mg 2 veces al día, dobesilato cálcico 500 mg 2 veces al día y se añadió gabapentina 300 mg 3 veces al día para los calambres. Figura 1. Inflamación del tejido graso subcutáneo en una pierna con insuficiencia venosa crónica. Pensando inicialmente en una posible reacción fija medicamentosa, suspendimos el tratamiento, sin mejoría a los 15 días, por lo que iniciamos tratamiento con un corticoide (GC) tópico de potencia alta: mometasona 2 veces al día, pensando en algún cuadro inflamatorio. Ante la falta de respuesta en los siguientes 15 días, derivamos a la paciente a atención especializada, donde fue diagnosticada clínicamente de "paniculitis lobular tipo lipodermatosclerótico", se rcogió biopsia para confirmación anatomopatológica y se la trató con éxito con un GC de potencia muy alta: clobetasol 2 veces al día. En la revisión a los 2 meses la paciente estaba asintomática y el resultado anatomopatológico confirmó la sospecha clínica: "intenso infiltrado inflamatorio intralobular formado por polimorfonucleares neutrófilos. Áreas de necrosis grasa"...