Jesús Alberto Sabando Carranza, Diana Calvo Carrasco
En los últimos años hemos presenciado en la consulta múltiples casos de lo que se denomina en la literatura médica cuerno cutáneo. Se define como una lesión tumoral de aspecto cónico, con gran hiperqueratosis en su extremo, como si fuera el cuerno de un animal. Tras realizar un diagnóstico clínico, basándonos en nuestra experiencia y las características clínicas de las lesiones, realizábamos diferentes tratamientos; crioterapia si sospechábamos que se trataba de una queratosis seborreica, una queratosis actínica (fig. 1) o de causa viral, exéresis mediante punch biopsia en los casos con sospecha de premalignidad o carcinoma in situ y base de implantación estrecha y derivación al especialista si sospechábamos que se trataba de un carcinoma o tenía una amplia base de implantación (fig. 2). Al no tratarse de un cuadro clínico tan infrecuente, principalmente en poblaciones envejecidas (hemos registrado, al menos, 8 casos en los últimos 48 meses), decidimos realizar una revisión de la literatura médica para ver si nuestra actuación era correcta. Figura 1. Cuerno cutáneo por un carcinoma espinocelular. Figura 2. Cuerno cutáneo por una queratosis actínica. El cuerno cutáneo (del latín corno, cuerno, piel córnea o excrecencia) es un concepto semiológico. Se han descrito desde finales del siglo xvi, momento en que se publicó un panfleto en el que se hacía referencia a una viuda a la que le había crecido un cuerno en la mitad de la frente como consecuencia de sus "comportamientos ligeros". Alude a una protuberancia amarillenta,...