Susana Santiago Neri, Itziar Zazpe, Marta Cuervo Zapatel, José Alfredo Martínez Hernández
Objetivos: Identificar los determinantes del sobrepeso infantil resulta clave para la prevención y diagnóstico precoz. El objetivo de este trabajo fue evaluar factores perinatales y paternos asociados al riesgo de sobrepeso y obesidad infantil.
Métodos: Estudio transversal en 3.101 niños participantes en el programa �Alimenta su salud� llevado a cabo en Castilla-La Mancha. Los datos antropométricos y sociodemográficos fueron obtenidos mediante la aplicación de una encuesta. Las variables consideradas como potenciales predictores de sobrepeso infantil fueron sexo, edad, peso al nacer, lactancia recibida y número de hermanos de los niños, así como estado civil, nivel educativo y obesidad en los padres. El estudio analizó la frecuencia de sobrepeso estratificada por los potenciales factores de riesgo y se empleó regresión lineal univariante y multivariante para estudiar la asociación entre las variables candidatas y la probabilidad de tener sobrepeso.
Resultados: La prevalencia de sobrecarga ponderal (incluyendo obesidad) fue del 30,3% en los varones y el 28,3% en las niñas, de acuerdo con los criterios de IOTF.
Los mayores porcentajes de exceso de peso se observaron en edades más tempranas con diferencias en función del sexo. La obesidad en los padres resultó el factor de riesgo más importante de sobrepeso y obesidad infantil en ambos sexos y en las chicas además, un peso al nacer mayor de 3.500 g (OR 1,8 IC 95% de 1,3-2,3). Por otro lado, tener uno o más hermanos (OR 0,7 IC 95% de 0,5- 0,9) y un mayor nivel educativo paterno (OR 0,8 IC 95% de 0,6-0,9) resultaron factores protectores frente al sobrepeso infantil en chicos. La probabilidad de tener sobrepeso fue menor en las chicas de mayor edad (OR 0,7 IC 95% de 0,5 a 0,9). No se identificó un efecto independiente del estado civil, la educación materna o la lactancia recibida asociado al riesgo de sobrepeso infantil.
Conclusiones: Ciertos factores perinatales y paternos pueden contribuir a predecir el riesgo de sobrepeso/obesidad en niños de 6 a 12 años, por lo que deberían ser considerados en el diseño de estrategias orientadas a la prevención e intervención precoz, haciendo hincapié en aquellas dirigidas a los padres obesos con niños pequeños.