El traumatismo torácico más frecuente es la fractura costal, que puede asociarse a hemotórax, neumotórax o ambos según el número de fracturas y su intensidad. Los hemotórax torácicos postraumáticos suelen ocurrir después de traumas de gran energía, asociándose a lesiones abdominales o cerebrales. A veces son traumas "mínimos" y se observan sobre todo en pacientes con alteraciones hematológicas, toma de anticoagulantes o antiagregantes1. Presentamos el caso de un varón de 78 años con antecedentes de dislipemia y artrosis generalizada con toma diaria de ácido acetilsalicílico, que acude a urgencias presentando disnea importante y dolor costal derecho. Cuenta que tres días antes se golpeó de forma leve en lado derecho del tórax sin vómitos ni pérdida de consciencia. Constantes: TA: 108/56 mmHg, 98 lpm y Sat O2 al 82%. Está afebril y a la auscultación pulmonar hay ausencia de ventilación en la mitad inferior derecha. En la radiografía torácica existe derrame pleural importante además de dos fracturas simples en la 9.a y 10.a costillas del lado derecho (fig. 1). El derrame se observa por la opacificación blanquecina que ocupa casi todo el tórax derecho, dejando sólo libre la zona apical. Figura 1. Radiografía: hemotórax masivo derecho. Analítica con Hb: 9 g/l, Hto: 31%, leucocitosis: 11.800, plaquetas:179.500 mm3, actividad de protrombina: 68%.Al colocarle un tubo torácico drenan de forma inmediata 1.300 cc hemáticos, mejorando bruscamente la disnea y disminuyendo el dolor. Se pautó sueroterapia, hierro y vitamina K sin precisar trasfusiones y...