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La salmonelosis se relaciona habitualmente con intoxicaciones alimentarias; sin embargo, existen otras fuentes de contagio que pueden pasar inadvertidas, como puede suceder al tener contacto con reptiles. En este estudio se investiga el contagio de salmonelosis a partir de una tortuga.
A raíz de la notificación sobre un lactante de 11 meses de edad con diagnóstico de salmonelosis, se inició la investigación epidemiológica. Se entrevistó a todos los familiares sobre signos y síntomas, antecedentes epidemiológicos y fuentes de exposición domiciliaria y comunitaria. Se observó que en el domicilio había una tortuga; la madre era la encargada de su cuidado. Se analizó una muestra de agua del acuario y se aisló Salmonella parathyphi B variedad Java, que coincidía con la especie aislada en el niño.
La tortuga como portadora de Salmonella está poco descrita en Europa, por ello la realización de este estudio. La falta de una correcta higiene después de haber estado en contacto con la tortuga o con su medio puede ocasionar casos de salmonelosis, tal como sucedió en este estudio, en el que la madre fue el vehículo de transmisión, dado que el lactante no tenía acceso a la tortuga.
Frente a un diagnóstico de salmonelosis, se debe sospechar también una posible exposición a reptiles. Por lo tanto, las familias que tienen o piensan tener una tortuga u otro reptil deberían ser informadas acerca de los riesgos que conlleva. También cabe destacar el importante rol de enfermería en el desarrollo de estudios epidemiológicos.
