En base al análisis de los datos de más de 30 estudios de cohortes, se puede estimar que cada año mueren en Europa entre 10.000 y 20.000 usuarios de opiáceos. Generalmente las tasas de mortalidad anual se sitúan entre 10-20/1000, representando un exceso de mortalidad 10 a 20 veces superior al esperado para el grupo de edad. La mayoría de las muertes suceden entre hombres de alrededor de 35 años. Se pueden identificar cuatro grandes grupos de causas de muerte: sobredosis, enfermedades, suicidio y traumas. Mientras que la mortalidad relacionada con el VIH esta en disminución, otras causas de muerte han mostrado pocos signos de descenso en los últimos años. Particularmente preocupantes son las sobredosis, que representan 6.300 a 8.400 muertes cada año. El hecho de que las muertes no hayan disminuido es sorprendente, dada la expansión del tratamiento y otros servicios. Varios factores interrelacionados podrían ayudar a explicar este problema irresoluble, como son una creciente vulnerabilidad de una cohorte de usuarios que envejecen, el uso de alcohol y otras drogas, una salud altamente deteriorada, conductas de riesgo, la co-morbilidad, y la exclusión social y marginalización. Reducir la morbilidad general entre los usuarios de heroína continua siendo un tema clave para los servicios europeos de salud pública. Para conseguirlo es necesario profundizar en la comprensión y la actuación sobre los factores asociados, directa o indirectamente, a la mortalidad por el uso de drogas.