En los últimos años se han diseñado varios calzados inestables como herramientas funcionales o terapéuticas. El principal objetivo del diseño de este calzado es mejorar el equilibrio y reeducar la postura corporal, exponiendo el pie a una inestabilidad intrínseca en la suela del calzado. Los patrones de marcha y la distribución de la presión plantar cambian cuando se camina con calzado inestable comparado con un calzado con suela normal.
La principal diferencia en los patrones de la marcha es un incremento del movimiento de dorsiflexión en el contacto inicial del pie seguido de un continuo movimiento de plantaflexión. Dada la escasa literatura científica publicada acerca de este tipo de calzado y de su incidencia en la presión plantar se plantea realizar este estudio. Los resultados obtenidos en la encuesta de este estudio coinciden en que este tipo de calzado es en general desconocido para la población y muy poco empleado (únicamente un 4% de los encuestados). Igualmente resulta interesante remarcar que se desconocen los posibles efectos terapéuticos de los mismos y la aplicación de este calzado APRA tratar patologías de los pies, rodilla y cadera. Son necesarios más estudios con este tipo de calzado para poder determinar las posibles aplicaciones terapéuticas de los mismos.