Marco teórico: la aparición de ansiedad desde el momento que finaliza la cirugía hasta el momento del alta quirúrgica ha recibido una atención insuficiente en la literatura. Existe una sólida evidencia que demuestra que la percepción de control influye en la ansiedad.
Material y método: la determinación de la ansiedad frente al estrés postquirúrgico se realizó mediante la versión española de la escala estado del cuestionario State-Trait Anxiety Inventor (STAI (E)). Con el fin de evaluar la percepción de control se diseñó un cuestionario propio. El dolor se registró mediante una escala analógica visual (VAS) y un registro domiciliario de medicación. Los pacientes respondieron el cuestionario a las 48 h. de la cirugía, a los 10 días y a las 3 semanas.
Resultados: se detectó un nivel de ansiedad moderado y muy variable entre pacientes, no se hallaron diferencias estadísticamente significativas entre las tres recogidas de datos. Los pacientes que toman más medicación de la pautada fueron los más ansiosos, no los que presentaron más dolor. El hecho de que el paciente se sienta capaz de seguir la pauta de medicación a las 48 horas es un buen indicador de la ansiedad que presentara durante todo el proceso quirúrgico.
Conclusión: la ansiedad postquirúrgica según nuestros datos existe de forma moderada. Dada la gran variabilidad observada es posible que haya un grupo de pacientes para los que la ansiedad postquirúrgica sea un factor determinante en su recuperación. En futuros estudios, se debería poder identificar a este grupo de pacientes y analizar el impacto de la ansiedad en la recuperación y las repercusiones que de esta se derivan, como un mayor consumo de fármacos.
Relevancia para la práctica clínica: conocer la ansiedad en el proceso postquirúrgico nos ayuda a mejorar la experiencia quirúrgica del paciente y a poder tomar medidas preventivas para reducir la ansiedad a lo largo de la recuperación.