Introducción Las caídas recurrentes ocurren entre el 14,8 y 19% de la población anciana y se relacionan con mayor riesgo de tener fractura. Es poco conocida la influencia que los antecedentes de caídas recurrentes puedan tener sobre la recuperación tras una fractura de cadera.
Material y método Cohorte de pacientes mayores de 65 años ingresados en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete por fractura de cadera secundaria a caída, durante 1 año. Se consideró caída recurrente la presencia de 2 o más caídas en los 6 meses previos a la fractura. Se recogieron al ingreso variables sociodemográficas, circunstancias de la caída, número de caídas en los 6 meses previos, tipo de fractura y reparación, comorbilidad, situación cognitiva al ingreso (test Pfeiffer), tratamiento farmacológico e independencia para actividades de la vida diaria (Índice de Barthel�IB). Una submuestra de pacientes con IB previo a fractura =60 y Pfeiffer al ingreso =4 fueron seguidos a los 3, 6 y 12 meses.
Resultados De los 335 pacientes ingresados, se recogieron datos en 279, de los cuales un 19,4% habían sufrido previamente 2 o más caídas. Comparados con los que no tenían antecedentes de caídas recurrentes, presentan peor estado mental al ingreso, mayor media de patologías asociadas, menor porcentaje de independencia para vestirse y para transferencias cama-sillón, de manera estadísticamente significativa. En los 201 pacientes con seguimiento, el deterioro del IB al año respecto al previo a la fractura fue mayor en pacientes con caídas recurrentes (-20,8±31,54 vs -10,73±20,21; p=0,04) focalizándose más en la independencia para comer (76% vs 91,9%; p<0,05), asearse (72% vs 91,9%; p<0,01), continencia fecal (60% vs 78,7%; p<0,05) y deambular en domicilio (80% vs 93,3%; p<0,05).
Conclusiones En pacientes sin deterioro funcional moderado o severo previo a la fractura y cognitivamente estables, la recuperación de la independencia tras fractura de cadera es significativamente menor en el grupo de caídas recurrentes.