Mujer de 86 años de edad, con antecedentes personales de diabetes mellitus y obesidad, que acudió al centro de atención primaria después de sufrir una contusión craneal sin pérdida de consciencia tras caída casual. Refirió cefalea y gonalgia izquierda después del traumatismo. Se objetivaron hematomas periorbitarios en la exploración física, palpación dolorosa en la región frontal del cráneo, ligero hirsutismo, obesidad, y no se hallaron signos patológicos en la exploración de la rodilla. Se solicitó una radiografía de cráneo en la que se visualizaron zonas de diferente densidad radiológica con forma de cisterna. La radiografía fue informada por el radiólogo como hiperostosis frontal interna (HFI) con rarefacción del hueso frontal (fig. 1). Se recomendó tomografía computarizada para descartar posible afectación cerebral, hallando sólo cambios cerebrales involutivos (fig. 2). Figura 1. Radiografía de cráneo. Hiperostosis frontal y rarefacción ósea. Figura 2. Tomografía computarizada. Hiperostosis frontal interna. La HFI se caracteriza por un engrosamiento de la lámina endocraneal del hueso frontal, que en ocasiones se extiende a la superficie perióstica de la duramadre. En la hiperostosis craneal difusa el proceso se extiende más allá del hueso frontal1. La HFI fue descrita en 1765 por Santorini y Morgagni e inicialmente se asoció a virilismo y obesidad2, aunque hoy se considera una entidad independiente. La HFI ha sido descrita en el 5-12% de la población general. Es más prevalente y de mayor intensidad en el sexo femenino y, especialmente en mujeres posmenopáusicas1,2, donde la...