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José Lamolda Poyatos, José Ramón Carravilla Parra
El carcinoma basocelular (CB) es el cáncer más frecuente en la población blanca, y la forma nodular es la presentación clínica más común1,2. De localización preferentemente facial, comienza como una pequeña pápula hemiesférica, de coloración translúcida-amarillenta a rosada-rojiza, que va progresando lentamente (meses, incluso años), adoptando una forma cupuliforme, de consistencia firme, superficie lisa, brillante, en ocasiones con telangiectasias en superficie. A veces, forma pequeños pseudoquistes o tiene aspecto polilobulado. La variedad pigmentada del CB nodular no es infrecuente, especialmente en personas de piel oscura2. Debemos distinguirlo del nevo intradérmico (NI), la hiperplasia sebácea3 y el melanoma maligno. Las figuras 1 y 2 corresponden a un varón de 77 años que presentaba una lesión nodular en dorso nasal de aproximadamente 8 mm de diámetro, de crecimiento lento (6 meses de evolución), color rosado con telangiectasias en superficie, consistencia firme y clínicamente asintomática, sugerente de CB nodular. Tras su extirpación, el estudio histopatológico confirmó el diagnóstico. Figura 1. Nevo basocelular nodular. Figura 2. Nevo basocelular nodular. Detalle. Esta variedad de CB nodular tiene un aspecto característico, fácilmente identificable. El diagnóstico diferencial se plantea con el NI (fig. 3, mujer de 60 años, con lesión asintomática en región malar izquierda desde hace más de 20 años). El NI es un nevo melanocítico adquirido; una lesión sobreelevada que pierde progresivamente su pigmentación, de superficie lisa y bien delimitada. Histológicamente los melanocitos están circunscritos a la dermis. ...
