Los bifosfonatos son considerados actualmente un tratamiento de primera elección de la enfermedad osteoporótica. Su reconocida eficacia antifractura en todos los tipos de osteoporosis y su presencia en el mercado desde hace varios años, hacen que sean los fármacos de uso más extendido para el tratamiento de la enfermedad. En la última década han aparecido una serie de efectos adversos relacionados con esta medicación que han encendido la voz de alarma sobre la conveniencia o no de mantener el tratamiento continuado con estos fármacos durante un largo período de tiempo. Entre estos efectos se encuentra la aparición de una serie de fracturas consideradas atípicas por su localización y apariencia radiológica que se manifiestan en pacientes tratados de forma crónica con bifosfonatos. Estas fracturas que comparten una serie de características clínicas comunes, no cumplen el clásico perfil de la fractura por fragilidad osteoporótica. La prolongada inhibición del remodelado óseo podría ser el sustento fisiopatológico para su explicación, aunque todavía no está claramente establecida esta relación causal. El objetivo del presente trabajo es doble, por un lado presentar cuatro casos clínicos propios de fracturas atípicas relacionadas con la administración de estos fármacos y, por otro, realizar en base a ellos una revisión bibliográfica de esta entidad patológica, para intentar esclarecer cuál es la situación real del problema y determinar si es necesario establecer algún tipo de recomendaciones terapéuticas, tanto quirúrgicas como no quirúrgicas, ante este tipo de fracturas.