Eduardo Ortega Rincón
Es bien conocido que la actividad física modula fuertemente el sistema inmunitario, incluyendo la respuesta innata y/o inflamatoria. Los efectos del ejercicio y el entrenamiento sobre la respuesta inflamatoria están principalmente mediados por alteraciones en el sistema nervioso simpático (SNS) y/o el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HHA), aunque también por otras �señales de peligro� como las proteínas del choque térmico de 72 kDa (Hsp72). La presente revisión se centra en el papel que los �mediadores de estrés� o �señales de peligro�, como la norepinefrina (NE) y la Hsp72, tienen en la activación inducida por el ejercicio en la respuesta inmunitaria innata y/o inflamatoria. Además, y basándose en la hipótesis de los efectos anti-inflamatorios del ejercicio, la actividad física habitual o entrenamiento es considerada en la actualidad como una buena estrategia no farmacológica en enfermedades inflamatorias. Prestamos especial atención a los efectos del ejercicio habitual sobre la Fibromialgia, una patología en la que parecen estar involucrados diferentes desórdenes neuroendocrinos e inflamatorios.