En este artículo se plantean las dificultades en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales en la infancia. Se manejan habitualmente los criterios del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, que son categóricos y por ello insuficientes. Se expone la dificultad de definir las zonas de ambigüedad entre lo que se considera normal o patológico, ya que los comportamientos son continuos. Se hace una reflexión acerca de los fines de la Medicina, la función parental y los valores sociales. Finalmente, se plantean interrogantes acerca del mejor tratamiento para estos pacientes.