Patricia Motos Sellés, Maite Cortés Tomás, José Antonio Giménez Costa
Este estudio muestra cómo ajustar el trabajo sobre creencias en una intervención preventiva con un colectivo de 330 jóvenes (12-18 años), partiendo de una identificación de las principales creencias que mantienen los jóvenes en la actualidad, a partir de recursos electrónicos y programas de prevención.
Se aprecian diferencias significativas en las creencias en función de la edad y el nivel de consumo, siendo las referidas al alcohol las más distorsionadas.
De ellas, algunas no se incluyen en los programas revisados y otras no lo hacen en todos. Las creencias identificadas sería adecuado trabajarlas desde el inicio de la secundaria, manteniendo algunas de ellas durante todo este ciclo (e.g. el alcohol no es una droga o combinar emborracha más) y disminuyendo la importancia de otras (e.g. el alcohol anima o el café quita la borrachera).
Las creencias sobre cannabis no se incluyen en los programas de prevención revisados, pese a aparecer alteradas en los primeros cursos de la ESO.
Al atender al nivel de consumo es el grupo de bebedores y el de policonsumidores los que muestran mayor grado de distorsión en todas las creencias, excepto en el caso del cannabis en el que destacan claramente estos últimos.