La emesis no es solo la aparición de vómitos relacionados con el tratamiento de la quimioterapia sino también las arcadas y las náuseas, que son la sensación del deseo de vomitar, de malestar digestivo y de incapacidad para retener el vomito; aunque este no se produzca.
Su principal problema radica en que deteriora la calidad de vida del paciente e incluso, en determinados casos, compromete su vida. De ahí la importancia de percibirla y tratarla, aunque la mejor medida es la prevención.
Es uno de los efectos tóxicos más conocidos por los pacientes antes de empezar el tratamiento y uno de los más temidos. Por ello, en este estudio se trata de analizar la respuesta a la profilaxis antiemética en fase aguda (FA) y retardada (FR) en pacientes hematológicos con quimioterapia.
Se incluyen los pacientes tratados con citostáticos intravenosos entre Enero/Octubre 2008. Se tratan 14 pacientes con los siguientes diagnósticos: linfoma de Hodgkin, mieloma múltiple, linfoma no Hodgkin y leucemia linfoide crónica. Se entregan 84 encuestas (procesadas 66).
Entre las conclusiones que se obtiene es que se aprecia una buena respuesta de los pacientes a la quimioterapia tanto en FA como FR. Se revisa junto con Hematología el protocolo de pauta antiemética para quimioterapia altamente emetógena en FA en la que se ha observado un 21% de no respuesta.
Emesis not only the onset of vomiting associated with chemotherapy treatment but the arches and nausea, which is the feeling of desire vomiting, digestive distress and inability to retain vomiting, even When this does not occur.
The main problem is that it deteriorates the quality of life of patients and even, in some cases, endangers his life. Hence the importance of its perception and treatment, although the best measure is prevention.
It is one of the best known toxic effects by patients before starting treatment and one of the most feared. Therefore, this study seeks to analyze the response to antiemetic prophylaxis in the acute phase (AF) and delayed (FR) in haematological patients with chemotherapy.
It includes patients treated with intravenous cytostatic between January and October 2008. 14 patients were treated, with the following diagnoses: Hodgkin lymphoma, multiple myeloma, non-Hodgkin's lymphoma and chronic lymphocytic leukemia. 84 Surveys are delivered (66 processed). Among the conclusions to be drawn is that we see a good response to chemotherapy in both FA and FR. Haematology is reviewed along with the protocol of antiemetic regimen for highly emetogenic chemotherapy in FMD, where there was 21% non-response.