José Lamolda Poyatos
Paciente de 80 años que consulta por intenso prurito en la espalda durante los últimos días. En la exploración se observaba una piel seca, áspera al tacto, con escamas y fisuración (fig. 1), sugiriendo el diagnóstico de eccema asteatósico. Con la aplicación sistemática de una crema hidratante obtuvo una rápida mejoría, el prurito desapareció y la piel recuperó su aspecto normal. Figura 1. Eccema asteatósico. El eccema asteatósico, o craquelé, palabra francesa que significa agrietado1, también se denomina eccema xerótico o dermatitis de invierno2. Afecta a ambos sexos por igual4, es más común en personas de edad avanzada1,4. Esencialmente, es una complicación de la xerosis2,3, la cual siempre precede a este tipo de eccema. Más frecuente en los meses de invierno2,4, en relación con la humedad medioambiental baja. El escaso uso de emolientes, junto con el lavado excesivo1,3, que retira la hidratación natural de la piel, pueden actuar como factores precipitantes. Puede afectar a cualquier zona de la piel4, pero se localiza con preferencia en territorio extensor de miembros3 (más frecuente en región pretibial) y espalda. Se manifiesta por fisuras epidérmicas que dejan en su interior escamas, proporcionando el aspecto característico que se compara con el de la tierra seca, agrietada, con lecho de un río seco3,4, o con la forma de diamante de la porcelana rota (fig. 1). Las fisuras pueden presentar distinto grado de eritema. En la paciente se observan fisuras más tenues en región interescapular (fig. 2), moderadas a nivel...