Pedro Abizanda Soler , Jesús Dativo López-Torres Hidalgo, Luis Romero Rizos, Mercedes López Jiménez, Pedro Manuel Sánchez Jurado, Pilar Atienzar Núñez, José Luis Esquinas Requena, Inmaculada García Nogueras, Pablo Hernández Zegarra, Yadira Bardales Mas, Ramona Campos Rosa, Mercedes Martínez Peñalver, Esther de la Osa Nieto, Miriam Carrión González, Angela Ruiz Gómez, Caridad Aguilar Cantos, Pilar Mañueco Delicado, José Luis Oliver Carbonell
Obtener una cohorte de sujetos con edad igual o mayor a 70 años, representativa de una población urbana española, para estimar la prevalencia de fragilidad y seguirla en el tiempo para analizar factores asociados.
Material y métodos Estudio de cohortes concurrente de base poblacional. Sobre un universo de 18.137 ancianos, se realizó un muestreo aleatorio estratificado para obtener una muestra representativa de 1.172. Aceptaron participar 993 personas (84,7%). Se recogieron variables sociodemográficas, de comorbilidad, funcionales (n=825), cognitivas, afectivas y de calidad de vida. A los sujetos que aceptaron se les determinó la composición corporal por bioimpedanciometría (n=557), el gasto energético basal por calorimetría indirecta (n=450) y se obtuvo muestra de sangre para la determinación de biomarcadores (n=859). La fragilidad se definió por la presencia de 3 o más de los criterios Fried: pérdida de peso no intencionada, baja fuerza, cansancio, lentitud al caminar y baja actividad física. La cohorte será seguida en el tiempo hasta el fallecimiento de los sujetos.
Resultados Edad media±desviación estándar 79,4±6,4 años, con 601 (60,5%) mujeres. Institucionalizados el 21,3%. Fueron frágiles el 16,9%, prefrágiles 48,5%, no frágiles 21,8%, y no se dispuso de 3 criterios para poder determinar su estado en el 12,8%, de los cuales el 9,5% tenía una discapacidad moderada-severa, por lo que la prevalencia de fragilidad podría aumentar hasta el 26,4%.
Conclusiones Se ha construido la cohorte FRADEA, representativa de los mayores de una población urbana de España. La prevalencia de fragilidad en la cohorte fue del 16,9%.