Al no estar claro si el cannabis puede ocasionar síntomas psicóticos o afectivos que persisten más allá de la intoxicación transitoria nos proponemos revisar de manera sistemática la evidencia relacionada con el consumo de cannabis y la aparición de efectos psicóticos o de salud mental afectiva. Métodos: Búsqueda en Medline, Embase, CINAHL, PsycINFO, ISI Web de Conocimiento, ISI Procedimientos, ZETOC, BIOSIS y MEDCARIB desde sus inicios hasta septiembre de 2006; búsqueda en la bibliografía de los estudios seleccionados para la inclusión y contactos con expertos. Se incluyeron 35 estudios de 4804 referencias con la condición de que fueran longitudinales y basados en la población. La extracción de datos y la evaluación de la calidad se hicieron de manera independiente y por duplicado. Hallazgos: Había un incremento de riesgo de cualquier efecto psicótico en individuos que habían consumido cannabis alguna vez (odds ratio ajustado acumulado = 1.141 IC 95% 1,20-1,65). Los hallazgos fueron consistentes con un efecto dosis-respuesta, con un mayor riesgo para las personas que consumían cannabis con mayor frecuencia. (2·09, 1·54-2·84). Los resultados de los análisis restringidos a los estudios de trastornos psicóticos clínicamente más relevantes fueron similares. Se examinaron separadamente los efectos de depresión, pensamientos suicidas y ansiedad. Los hallazgos para estas consecuencias fueron menos consistentes, y se hicieron menos intentos para obtener explicaciones no-causales que para la psicosis. Existía un importante efecto de confusión tanto para las consecuencias psicóticas como para las afectivas. Interpretación: La evidencia es coherente con la visión de que el cannabis aumenta el riesgo de efectos psicóticos independientemente de los efectos confundidores y transitorios de la intoxicación, aunque la evidencia para los efectos afectivos es menos fuerte. Es improbable resolver con más estudios longitudinales como los revisados aquí la incertidumbre acerca de si el cannabis produce psicosis. Sin embargo, nosotros concluimos que hay suficientes evidencias para advertir a los jóvenes de que el consumo de cannabis puede incrementar el riesgo de desarrollar una enfermedad psicótica en una etapa posterior de su vida.