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Mujer de 72 años, con antecedentes patológicos de hipertensión arterial en tratamiento con asociación de valsartán e hidroclorotiazida, hipercolesterolemia en tratamiento con simvastatina, e hipotiroidismo, en tratamiento con levotiroxina. Buenos controles con seguimiento óptimo de su patología crónica. Acude a consulta refiriendo dolor bien localizado en ingle derecha, acentuado con los movimientos y la deambulación. Nos comenta que, diez días antes tropezó al bajar las escaleras de un hotel, se cayó y se golpeó en la cabeza, hombro, hemitórax y pierna derecha. Asistida por el servicio de atención urgente extrahospitalaria, se trasladó a urgencias del hospital más cercano por presentar traumatismo craneoencefálico moderado con pérdida de conocimiento y relajación de esfínteres. Al servicio de urgencias llegó con un Glasgow de 15, tensión arterial de 135/80 y frecuencia cardíaca de 70 latidos por minuto. Se realizaron múltiples pruebas diagnósticas, entre las que destacan radiografía de hombro, tórax, pelvis (fig. 1) y cadera derecha, y una tomografía axial computarizada cerebral, sin hallarse signos patológicos agudos de interés. La analítica resultó normal. Se mantuvo en observación un día y se decidió alta hospitalaria con analgesia pautada y vigilancia domiciliaria. Figura 1. Radiografía en proyección anteroposterior de pelvis. Se observa posible pérdida de continuidad en la cortical de la rama isquiopubiana inferior derecha que pasó desapercibida. En consulta la vemos por primera vez a los diez días del accidente. Su estado general es bueno, pero persiste dolor en región inguinal derecha a pesar de la toma...
