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Carmen Batalla Martínez, Montserrat Baré Mañas
Aprincipios de noviembre de 2010 se celebró en Sabadell el XXII Congreso de la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària (CAMFiC). La organización de este evento duró algo más de un año, tal como es habitual, pero atravesó por una serie de vicisitudes y dificultades que superaron las esperadas para un acto de estas características, hasta el punto de que en algunos momentos llegó a peligrar su celebración. Las dificultades referidas estaban todas ellas relacionadas con temas presupuestarios, ya que el desarrollo del programa científico pudo llevarse a cabo con los contratiempos más o menos previstos y salvando los escollos que aparecieron en el camino trazado. En cambio, los problemas económicos obligaron a recortes, a pensar en nuevas estrategias como prolongar el período de presentación de comunicaciones hasta una fecha muy cercana al congreso para intentar recibir un número adecuado de trabajos, permitir inscripciones también hasta un momento más cercano al inicio del evento, ofrecer precios más bajos a los patrocinadores proponiéndoles paquetes mixtos de estand e inscripciones, o inscripciones únicamente... Y a pesar de todo, los problemas sólo se resolvieron en parte, aunque finalmente el objetivo se cumplió, ya que pudo celebrarse el congreso con normalidad. Sin duda, las causas fueron múltiples, entre ellas podemos citar: cambio de fechas (final de año cuando siempre se había celebrado en mayo-junio), cercanía de fechas con otros congresos también de interés para los médicos de atención primaria (WONCA, SEMERGEN), y cómo no también la ya conocida "responsable" de casi...
