Carmen Gómez Candela, Laura Mª Bermejo López, Viviana Loria Kohen
La modificación de los hábitos alimentarios ha llevado a un cambio en el consumo de ácidos grasos, con una aumento de los ácidos grasos -6 y una marcada reducción en el consumo de los ácidos grasos -3. Esto a su vez ha dado lugar a un desequilibrio en la relación -6/ -3, muy diferente de la proporción original 1:1 que tenían los seres humanos en el pasado.
Dada la importancia de la relación entre los ácidos grasos esenciales -6 y -3 en el desarrollo de diferentes enfermedades, en el presente artículo se examinan los cambios en los hábitos alimentarios que han llevado a la reducción en el consumo de ácidos grasos esenciales -3, y se estudia la importancia de este equilibrio en el mantenimiento de la salud. Además, se realiza una evaluación de las recomendaciones establecidas para prevenir una deficiencia en la ingesta de ácidos grasos esenciales -3, y las posibles opciones para compensar la falta de esos ácidos grasos en la dieta.