El Informe de la Organización Mundial de la Salud 2000 trata de fundamentar el desarrollo de los sistemas de salud en el mundo en la evidencia disponible sobre políticas sanitarias. El informe ha suscitado un importante debate político y académico. Este artículo revisa las aportaciones del informe a la política de salud, y además analiza y comenta las principales críticas publicadas. A través de una recapitulación de la reformas acontecidas en los últimos 15 años en el panorama internacional, la OMS realiza un cambio sustancial en los planteamientos clásicos que ha mantenido, decantándose por los sistemas de salud con financiación universal y conducción gubernamental, donde exista una mayor compartición de riesgo financiero, colaboración público-privada y desregulación de la gestión pública. La OMS realiza al mismo tiempo una baremación de los 191 sistemas de salud de acuerdo con su logro y rendimiento, con una metodología artificial, opaca y débil en el aspecto técnico que ha sido desacreditada internacionalmente. A pesar de las críticas, la OMS ha empeñado su prestigio en continuar esta iniciativa sin cambios sustanciales en sus métodos y orientación, haciendo caso omiso a las críticas recibidas.