Objetivo: Identificar «médicos con gasto farmacéutico elevado» (MGE), mediante regresión múltiple, en función de aquellas variables no dependientes exclusivamente del facultativo. Comparar la concordancia con el método del Insalud, que sólo considera porcentaje de pensionistas del cupo. Métodos: Estudio descriptivo transversal, retrospectivo, del gasto farmacéutico de los 220 médicos de familia del Área de Toledo, durante 1999. Las variables recogidas fueron: gasto farmacéutico por asegurado/mes (GFA), edad, sexo, hábitat, tamaño del cupo, porcentaje de pensionistas, frecuentación (consultas/asegurado-año) y presión asistencial (consultas/día). Se construyó un modelo de regresión múltiple por eliminación (hacia atrás), tomando como variable dependiente el GFA y como independiente el resto. La ecuación resultante nos permitió calcular el GFA «esperado» por médico y la desviación de su gasto real sobre el esperado. Se consideró MGE cuando su desviación superaba la media más una desviación estándar de dicha distribución. Resultados: El GFA medio era 2.584,4 ptas. Encontramos diferencias significativas (F = 11,665; p < 0,005) en el GFA según hábitat (2.723,2 ptas. en rural, 2.521,4 en semiurbano y 2.168,2 en urbano). Existe correlación significativa (p < 0,005) entre GFA y porcentaje de pensionistas (r = 0,728) y frecuentación (r = 0,607). Nuestro modelo final incluía: porcentaje de pensionistas y frecuentación (F = 147,13; p < 0,005; r = 0,759; r2 = 0,576; b = 671,27; b1 = 49,24; b2 = 56,47). Utilizando este modelo se identificaron 26 MGE. Con el modelo del Insalud la identificación sería de 31. El índice kappa de concordancia entre ambos métodos fue de 0,738 (EE: 0,052) y existía discordancia simple en la clasificación de 23 profesionales (10,5%). Conclusiones: La frecuentación y el porcentaje de pensionistas del cupo guardan una estrecha correlación con el GFA. El indicador utilizado actualmente por el Insalud para identificación de MGE puede ser mejorado si se toma en cuenta la frecuentación. La adopción de este método permitiría una asignación presupuestaria más ecuánime y justa