La situación del mercado laboral, lugar de interacción entre la oferta y la demanda de trabajo remunerado, determina las condiciones de empleo, influye sobre las condiciones de trabajo y tiene efectos positivos y negativos sobre la salud de la población activa y sus familias. A su vez, está influido por las políticas sociales y económicas tanto nacionales como internacionales. Se ha demostrado que el desempleo, los contratos precarios y otras formas atípicas de empleo se relacionan con exposiciones y condiciones de vida y trabajo que generan problemas de salud mental y física en las personas. Algunos colectivos, como los trabajadores manuales, los jóvenes y los inmigrantes, resultan más vulnerables a las fluctuaciones del mercado laboral y presentan con mayor frecuencia condiciones de empleo y trabajo deficientes. La situación actual en España es muy preocupante. En 2009, más de 1,2 millones de trabajadores perdieron su empleo. La tasa de desempleo se ha doblado en 5 años, pasando del 9% en 2005 al 18% en 2009. La proporción de trabajadores con contratos temporales es casi del 24%. Se necesitan urgentemente políticas económicas y de empleo que reviertan esta situación, cuyo impacto en la salud y el bienestar del conjunto de la población es incuestionable.