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Los Servicios de Salud juegan un papel importante en el análisis de la VG, y, dentro de éstos, las enfermeras constituyen un grupo fundamental, no sólo en la atención, sino en la detección precoz y en la identificación de casos.
Se evidencia una amplia preocupación por la VG tanto desde el SNS como a nivel autonómico mediante la inclusión de ésta en los Planes de Salud, pero queda claro que tenemos mucho por hacer, como fomentar la promoción de la investigación y el desarrollo de métodos y técnicas para la vigilancia epidemiológica de este problema, así como la propuesta de indicadores que permitan conocer mejor tanto la incidencia como la magnitud y consecuencias de este problema tanto en la salud como en el sistema sanitario, el desarrollo de actuaciones de sensibilización y formación continuada de profesionales y la colaboración interdisciplinar.
En este trabajo se pretende enfatizar en algo que considero imprescindible y prioritario, el primer paso de un gran camino, la detección, no a nivel de protocolos institucionales, sino a nivel de creencias personales. En este trabajo se van a estudiar las barreras para la detección de la violencia de género, las barreras personales que van a conducir o no al planteamiento de un diagnóstico diferencial ante cualquier caso sospechoso, los conocimientos privados (no profesionales) acerca de este problema, la negación personal, el miedo, la impotencia, el desconocimiento y la tolerancia a este problema de cada uno, todo ello mediante una encuesta distribuida entre profesionales sanitarios de una determinada área de salud de la ciudad de Valencia
