Resumen La endocarditis infecciosa es una enfermedad grave que puede conllevar un pronóstico ominoso en caso de no tratarse adecuadamente. En otras ocasiones, el cuadro clínico evoluciona desfavorablemente a pesar de un tratamiento médico óptimo, y los antibióticos no llegan a esterilizar la sangre; la cirugía en estos pacientes tiene un papel importante para extraer el foco de infección o realizar un recambio valvular. La sorprendente evolución de los pacientes intervenidos en circunstancias desesperadas ha llevado a un análisis del papel de la cirugía precoz. Nosotros, como clínicos, debemos conocer el riesgo de estos pacientes y ser conscientes de la importancia de establecer unas indicaciones quirúrgicas adecuadas.