Pablo B. Pedrianes Martín, Pedro Luis de Pablos Velasco
El tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 requiere de un control global de los múltiples factores de riesgo que suelen asociarse en estos pacientes. Entre ellos, la disminución de la tasa de hipoglucemias y el tratamiento de la obesidad, especialmente de predominio central, son muy importantes. Por este motivo, dentro de los variados enfoques fisiopatológicos para mejorar el control glucémico que no incluyen la insulina, los fármacos que no producen aumento en la tasa de hipoglucemias ni aumento de peso tienen un atractivo añadido. Así, los nuevos antidiabéticos orales basados en potenciar el efecto incretínico destacan por ser capaces de producir pérdidas moderadas de masa corporal. Además, la seguridad es un factor que hay que tener en cuenta en pacientes que estarán expuestos a estos fármacos durante décadas no sólo por evitar efectos adversos graves, lo cual es fundamental, sino también para tratar de garantizar el cumplimiento terapéutico a largo plazo.