Logroño, España
El desayuno escolar adquiere especial importancia por su influencia en el equilibrio nutricional diario y por su contribución a mejorar el rendimiento escolar. El objetivo de este trabajo es conocer en que medida la educación nutricional en la escuela es capaz de mejorar el desayuno de los adolescentes entre 13 y 14 años.
En el estudio participaron todos los alumnos que cursaban 2º de Educación Secundaria Obligatoria en 2 Institutos de Zaragoza (Grupo Intervención y Grupo Control). En el Grupo Intervención 135 alumnos (67 varones y 68 mujeres) se aplicó un Programa de Educación Nutricional dentro del horario escolar. En el Grupo Control 108 alumnos (53 varones y 55 mujeres) no se realizó ninguna intervención. La calidad del desayuno fue evaluada siguiendo los criterios del estudio enKid. El análisis estadístico de los datos se realizó mediante los programas SPSS 10.0 y R 2.1.0 bajo Windows XP y consta de una parte descriptiva y una parte inferencial. Para el Grupo Intervención, se compararon las situaciones antes y después de la realización del Programa de Educación Nutricional (principio y final del curso escolar), mientras que para el Grupo Control se compararon las informaciones recogidas en momentos temporales equivalentes.
En el Grupo Intervención se observa que el porcentaje de escolares que realizan un desayuno de buena calidad aumenta desde 23.0% hasta 32.6%, mientras que el porcentaje de los de mala calidad disminuye desde 4.4% hasta 3.7%. En el Grupo Control se observa que el porcentaje de escolares que realizan un desayuno de buena calidad disminuye desde 12.0% hasta 8.3%, mientras que el porcentaje de los de mala calidad aumenta desde 13.0% hasta 14.8%. La prueba de McNemar nos permite observar que en el Grupo en el que se ha realizado el Programa de Educación Nutricional, la calidad del desayuno ha mejorado (significativamente al 10%), mientras que en el Grupo Control utilizado para poder valorar cambios ajenos a la intervención, la calidad del desayuno ha empeorado (significativamente al 10%).
En conclusión la educación nutricional en el entorno escolar permite mejorar el desayuno de los adolescentes entre 13 y 14 años.