El soporte nutricional para el paciente hospitalario debe ir evolucionando con la situación clínica del paciente y adecuarse a sus necesidades nutricionales en cada momento.
Este caso es la descripción de un paciente con acalasia en el que tras la recurrencia de síntomas se decide resolver mediante cirugía. A su ingreso para la intervención se inicia una nutrición parenteral preoperatoria con unas características según recomendaciones actuales, que es cambiada tras la intervención por una nutrición postoperatoria adecuada. A continuación, tras la entrada del paciente en una situación séptica, se hace un repaso de las recomendaciones más actuales sobre nutrición parenteral en paciente crítico para luego describir el tipo de elaborado utilizado y cómo ésta nutrición va cambiando para adaptarse a los nuevos requerimientos nutricionales, consiguiendo así una mejoría del paciente.