Françoise Rovillé-Sausse, Consuelo Prado Martínez, María Dolores Marrodán Serrano
Los movimientos migratorios se acompañan de cambios culturales y sociales que pueden tener consecuencias sobre la salud de los individuos y la alimentación constituye un factor importante a considerar en este proceso adaptativo. Los objetivos de este artículo son conocer los hábitos de lactancia y los comportamientos alimentarios en los niños de origen chino y magrebí nacidos en Francia.
La muestra se compone de 195 niños y niñas entre 4 y 6 años de origen marroquí y 70 de origen chino. La encuesta alimentaria, base de la investigación, fue realizada por entrevista directa a las madres. El análisis y valoración de los patrones alimentarios tanto en fase lactante como tras la incorporación de los diferentes tipos de ingestas se realizo con el programa Micro Regal que incorpora las tablas francesas de composición de los alimentos.
Se han registrado importantes diferencias entre ambas comunidades inmigrantes. Sólo un 1% de los niños chinos fueron amamantados, aunque la lactancia a biberón es larga y la diversificación alimentaria tardía.
Entre los 4 y 6 años las contribuciones energéticas totales son inferiores a las recomendaciones aconsejadas, mientras que las contribuciones en proteínas son más elevadas y en glúcidos significativamente superiores.
El 79% de los niños marroquíes disfrutaron de lactancia materna, aunque la duración de ésta se acortó en un mes respecto a lo observado en el país de origen.
Entre los 4 y 6 años, frente a las recomendaciones población francesa, la ingesta promedio es superior en los niños marroquíes e inferior en los chinos. En ambas comunidades la proporción de lípidos en la dieta es inferior mientras que la de hidratos de carbono es significativamente más elevada. En ambos colectivos inmigrantes se observa una occidentalización de los comportamientos alimentarios, pero con ritmos y tipologías diferentes.