José María Ruiz Sánchez de León, Eduardo José Pedrero Pérez, Alvaro Olivar Arroyo, Marcos Llanero Luque, Gloria Rojo Mota, Carmen Puerta García
Objetivo. Desde hace años, la Neuropsicología y la Psicología de la Personalidad han discurrido por senderos paralelos sin que se haya prestado atención a la integración del conocimiento aportado por las diferentes disciplinas. El presente trabajo pretende analizar las relaciones entre la presencia de síntomas en la vida cotidiana relacionados con el funcionamiento de los lóbulos frontales del cerebro y el patrón de personalidad de los individuos. Sujetos y método. Se administró el Cuestionario Disejecutivo (DEX-Sp), la Escala de Comportamiento de los Sistemas Frontales (FrSBe-Sp) y el Inventario del Temperamento y el Carácter Revisado (TCIR) a 421 sujetos de población no clínica y 246 sujetos en tratamiento por abuso o dependencia de sustancias. Resultados. Aparecen importantes correlaciones entre la sintomatología relacionada con los tres síndromes frontales (mesial, orbital y dorsolateral) y algunos rasgos de la personalidad (búsqueda de novedad, evitación del daño y autodirección) llegando incluso a predecirse mutuamente más del 50% de la varianza. Discusión y conclusiones. Los resultados sugieren que el rendimiento frontal debe ser contemplado como una variable dimensional continua, que abarca desde el rendimiento óptimo hasta el desadaptativo, sin que pueda establecerse claramente un punto de corte entre ambos. Las adicciones se relacionarían con un incremento de la sintomatología frontal, tanto mesial (apatía), como orbital (desinhibición) y dorsolateral (síndrome disejecutivo), y ello se traduciría en cambios en el patrón de personalidad previo. Estos datos ponen en cuestión la pretendida base genética de los rasgos temperamentales y sugieren hipótesis de interés para la clínica.