Antecedentes: Muchos profesionales sanitarios y enfermeras, que están implicados en la atención de niños discapacitados, no muestran la sensibilidad esencial y actitudes apropiadas hacia ellos, dando como resultado una mala calidad de la atención de enfermería.
Objetivo: El objetivo de este estudio fue investigar las actitudes de los profesionales de enfermería (enferemeras pediátricas) y estudiantes de enfermería hacia niños discapacitados.
Pacientes y métodos: El presente estudio es un estudio comparativo. La muestra consistió en 228 estudiantes de enfermería de primer año, 90 enfermeras posdiplomadas que asistían a cursos máster (MSc) y 123 enfermeras profesionales empleadas en hospitales pediátricos. Tras obtener el permiso de los hospitales y de los centros educativos y la información acerca de los sujetos del estudio, los datos fueron obtenidos mediante la Escala de Actitudes hacia Personas Discapacitadas (EAPD).
Resultados: Las actitudes generales de las enfermeras parecieron ser insuficientes (puntuación media de la EAPD 61,7+-14,2). Sin embargo, las enfermeras posdiplomadas tuvieron puntuaciones de EAPD significativamente más altas que los estudiantes de primer año y que las enfermeras pediátricas (P<0,001). Además, los estudiantes de primer año tuvieron puntuaciones significativamente más altas que las enfermeras pediátricas (P=0,047). A través de la muestra, las mujeres tienen significativamente más actitudes positivas que los hombres (F=9,5, P=0,002), mientras que la edad no tuvo ningún efecto significativo.
Conclusiones: Los programas de estudios bien diseñados podrán influir en las actitudes de los estudiantes de enfermería hacia los niños discapacitados. Cursos especiales para el tratamiento de niños con discapacidad deberían integrarse en los estudios básicos de enfermería. Además, la educación continua del hospital pueden cambiar las actitudes de las enfermeras pediátricas hacia los niños discapacitados.