Miquel Ángel Mayer Pujadas, Angela Leis Machín
La evolución de Internet es continua y parece no tener fin, aunque con la llegada de la Web 3.0 podría afirmarse que Internet es lo que sus creadores pretendían que fuera desde un primer momento: una extraordinaria e inmensa base de datos organizada, comprensible y de fácil acceso, características todavía no alcanzadas. Las novedades y los servicios incorporados por la Web 3.0 redundarán, en primer lugar, en un mejor acceso, más rápido y seguro a la información de calidad y, en segundo lugar, dotarán de una mayor personalización a los servicios sanitarios a los que acceden los usuarios de Internet, y evitarán información no relevante que contenga recomendaciones de salud equívocas, falsas o peligrosas. Sin embargo, estos cambios deberán acompañarse de los requerimientos legales propios de la sociedad de la información y de los aspectos éticos relacionados con la atención médica, lo que garantiza y contribuye a mejorar en cualquier caso la relación médico-paciente