Eva María García Vega, Núria Puigvert Viu
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) tienen una gran importancia sobre la salud de la población mundial, por su incidencia, prevalencia y repercusiones. Pueden contraerse por personas de cualquier edad, raza y medio social. Con este nombre se han agrupado más de 20 entidades patógenas diferentes que sólo tienen en común el hecho de poder transmitirse durante las relaciones sexuales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año se producen 340 millones de casos nuevos de ITS entre las edades comprendidas de los 15 y 49 años.
Las ITS se deben diagnosticar y tratar con prontitud, para erradicar su propagación y evitar complicaciones y secuelas. La prevención supone la herramienta fundamental y la metodología por excelencia es la educación sexual.