El desarrollo de la endoscopia en los últimos años ha traído como consecuencia una gran variedad de procedimientos diagnósticos y terapéuticos, que pueden resultar incómodos y dolorosos para el paciente. El papel del anestesiólogo en estas situaciones es muy importante para garantizar la confortabilidad y la seguridad del paciente.
En nuestro servicio solo utilizamos sedación profunda, al realizar las gastroscopias cuando el paciente no tolera bien la prueba realizada con anestesia tópica orofaríngea, o bien cuando la gastroscopia se utiliza como terapéutica, tanto si es para dilatar esófago, colocar prótesis o cualquier otra técnica que sea necesario prolongar más de lo habitual.
Para la realización de las colonoscopias, la sedación más utilizada es la asociación midazolam-meperidina, pero existen ocasiones en las que el paciente, incluso con esta premedicación no tolera bien la prueba, o bien como citamos anteriormente, es necesario realizar una terapéutica, que, como consecuencia, se va a prologar más tiempo y, por consiguiente, ocasionará más molestias al paciente.
La CPRE (colangiopancreatografi a retrograda endoscopia) es una técnica muy molesta ya que hay que invertir normalmente mucho tiempo en ella, y además es muy importante mantener al paciente inmóvil. Por éste motivo, la realizamos siempre con sedación profunda, ya que se reconoce que el disconfort, la inmovilidad y la duración de la CPRE disminuyen la tolerancia y condicionan el éxito del procedimiento