La hospitalización domiciliaria es un recurso cada vez más usado que requiere de una extraordinaria y específica coordinación, en la cual se encuentran implicadas diferentes instituciones y profesionales. Este artículo expone el proceso de un caso específico de hospitalización domiciliaria llevado a cabo en el plazo de un mes; desde que Kevin, un paciente de un año de edad, es trasladado desde la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Puerta del Mar (Cádiz) a su domicilio, una zona rural de recursos limitados.
Era la primera vez que, como enfermera gestora de casos, me enfrentaba a un caso tan complejo y novedoso. La gestión del equipo necesario y la coordinación de los agentes involucrados, así como la precisa valoración del domicilio y el adiestramiento de los padres del paciente eran procedimientos de vital importancia para alcanzar el objetivo principal: trasladar a Kevin a su hogar familiar, objetivo que fue cumplido gracias a que el proceso fue coordinado y dirigido por una única persona: la enfermera gestora de casos. Este caso demuestra que la hospitalización domiciliaria puede alcanzarse satisfactoriamente pese a su complejidad, mejorando la calidad de vida del paciente y de su familia.