La popularización de los deportes de aventura ha aumentado considerablemente la incidencia de accidentes en zonas de difícil acceso. Ya sea en la montaña, bajo el subsuelo o en el medio urbano, los accidentes en zonas hostiles se abordan, en la mayoría de las ocasiones, desde una perspectiva en la que el rescate se prioriza frente a la valoración y primera atención sanitaria, lo que puede disminuir considerablemente las posibilidades de supervivencia del herido.
Tal situación viene condicionada, entre otros factores, por la escasez de sanitarios capaces de acceder a estos lugares: no sólo es precisa una importante concienciación sobre esta problemática, sino una específica formación en técnicas de rescate del equipo médico integrado en un cuerpo multidisciplinar de asistencia integral.