Los sanitarios que asisten heridos en medios hostiles ,como cuevas, precisan de una formación específica que sumen tres aspectos fundamentales: uno es la práctica de una medicina de urgencia de calidad a realizar en la cavidad, sin apoyos y en un medio totalmente ajeno al sanitario habitual que se define como �difícil, hostil y aislado�, otro la capacidad física y los conocimientos técnicos necesarios para poder acceder, por difícil que sea hasta el lugar donde se encuentra el accidentado, para prestarle asistencia sanitaria y, finalmente, la formación necesaria para colaborar con los equipos de rescate, plenamente integrado en ellos, haciéndose cargo al completo de los aspectos médicos y colaborando eficazmente en las tareas de rescate, sin suponer un estorbo, ni un peligro añadido para sus operativos. Es decir, que estos sanitarios deben ser buenos especialistas en medicina de urgencia, acreditados espeleólogos y aceptables rescatadores en los operativos de rescate. Algo que no es fácil de conseguir, pero que es necesario si pretendemos asumir con garantías el reto de la medicalización del rescate en cavidades