Introducción y objetivos. Actualmente el tabaquismo empieza a ser considerado una enfermedad crónica. La evidencia científica de los daños que produce y la existencia de intervenciones eficientes hacen necesario su abordaje. En el Área Sanitaria VIII de Asturias se puso en marcha en 1998 un plan de ayuda al fumador que ahora pretendemos hacer extensivo a pacientes que van a ser sometidos a cirugía programada, ya que está demostrado que el tabaco aumenta las complicaciones postoperatorias; por otra parte, afrontar una intervención quirúrgica puede ser un motivo para intentar abandonar el hábito.
Actividades. Los pacientes que van a ser sometidos a intervenciones quirúrgicas serán interrogados y aconsejados durante el preoperatorio respecto el hábito tabáquico. Se les realiza el test de Richmond y si su puntuación es >= 7, se les deriva al centro de salud.
Intervenciones. El médico de familia valora la dependencia y motivación del fumador y le ofrece tratamiento individualizado para dejar de fumar. Durante el ingreso una enfermera refuerza la cesación. Una vez de alta, se hace un seguimiento periódico en atención primaria.
Evaluación. Coincidiendo con la evaluación anual de cartera de servicios se medirá el número de fumadores intervenidos quirúrgicamente que han sido aconsejados, visitados en planta, derivados y seguidos en atención primaria, así como los abstinentes al mes, 6 y 12 meses.
Conclusiones. La falta de financiación del tratamiento puede ser una de las limitaciones del programa. Aunque en otros países hay experiencias de intervenciones en fumadores que van a someterse a cirugía, en nuestro medio no hemos encontrado ningún programa similar al nuestro.