A través de las vivencias de una persona podemos comprender y conocer mejor sus experiencias. El nombre de nuestra informante es Ana, una mujer de 84 años, ella va a compartir con nosotros una vida llena de desgracias, sufrimientos, soledad y desconsuelo que provocaría un cuadro clínico de hipertensión arterial y azúcar elevada que desencadenarían en crisis asmáticas futuras, insuficiencia cardiaca, una embolia e innumerables caídas fortuitas. Es una mujer luchadora, que ha sido educada para servir sin protestar, con un gran sentido de la responsabilidad familiar, sometida al machismo de la época. Cansada de callar, nos relata cómo ha sido su vida desde su niñez, su matrimonio, sus hijos, la enfermedad de Alzheimer de su marido, la desaparición de su sintomatología y el largo camino de obstáculos que ha tenido que superar hasta llegar a nuestros días.