E. Torné Pérez, R. Palomo Macías, S. Alfonso Dalda
Desde que las enfermedades hemotransmisibles, fundamentalmente el sida, han irrumpido en nuestra sociedad, la decisión de transfundir a un paciente, además de precisar el consentimiento informado, ha de estar plenamente justificada y documentada. Esto implica que, salvo emergencias, es preceptivo determinar el valor del hematocrito previamente, pero si al paciente acaba de recibir una transfusión, y debido al fenómeno de la hemoconcentración, es frecuente que se cuestione la fiabilidad de este análisis durante las primeras horas del período postransfusional. De hecho, y según el centro sanitario de que se trate, ese tiempo varía desde la media hora hasta las 6 horas. No en vano, hasta la fecha sólo disponemos de un estudio que aborda este tema aplicando el método científico, aunque lo limita a la Pediatría. Nuestro equipo investigador se trazó como objetivo «conocer las variaciones del hematocrito postransfusional en relación con el tiempo», partiendo de la hipótesis «el valor del hematocrito postransfusional no sufre modificaciones relevantes como consecuencia del transcurso del tiempo». Apoyándonos en el enfoque cuantitativo diseñamos un estudio experimental en el que consideramos como variable dependiente el valor del hematocrito, y como variable independiente el tiempo. Como resultado obtenemos que la comparación entre el análisis inmediato y los posteriores no ofrece diferencias estadísticamente significativas. Concluimos que es posible realizar el análisis en el mismo momento de finalizar la transfusión, con total fiabilidad.