El agua es el componente mayoritario en el organismo humano. Es un recurso natural indispensable para la vida y esencial en la alimentación cotidiana. La inadecuada ingesta de líquidos de manera continuada, favorece la deshidratación y puede tener relación con algunas patologías. Además de la cantidad de líquidos necesarios para asegurar un balance hídrico adecuado en cada situación fisiológica, es importante tener en cuenta el perfil nutricional de las distintas bebidas y su obligado equilibrio en el conjunto de la dieta para contribuir a una alimentación saludable. Es importante tener en cuenta no sólo el agua aportado a partir de la ingesta de agua de bebida y otros líquidos, sino también el agua contenida en alimentos como frutas, verduras y preparaciones culinarias confeccionadas con un importante componente líquido: zumos naturales, sopas, cremas y purés.