Ana Rosa Alconero Camarero , J. L. Cobo-Sánchez, Pedro Muñoz Cacho, Rocío Sainz Laso, N. Mancebo-Salas, M. Casaus-Pérez, N. Gutiérrez-Caloca, Juan José Olalla
Objetivo Conocer las posibles modificaciones en la calidad de vida (CV) e identificar diferencias asociadas a variables clínicas y sociodemográficas tras la implantación de un desfibrilador automático implantable (DAI).
Método Estudio transversal descriptivo. Se eligió a 157 pacientes de forma consecutiva, que cumplieron los criterios de inclusión, de los 241 a los que se implantó un DAI subpectoral o subcutáneo. Se les envió por correo una carta de presentación junto con el instrumento de valoración: el EuroQol-5D (EQ5D) en versión validada para la población española, que describe el estado de salud en cinco dimensiones: movilidad (MO), cuidado personal (CP), actividades cotidianas (AC), dolor/malestar (DM) y ansiedad/depresión (AD). Se incorporó una escala visual analógica (EVA), cuyos extremos con rótulos indican �0, peor estado de salud imaginable� y �100, mejor estado de salud imaginable�; una antes y otra posterior al implante.
Resultados Recibimos 90 encuestas válidas: 80 hombres, edad media de 61,2 años (DE=13,1). Presentaron problemas de MO 25 pacientes (27,7%), en CP 8 (8,8%), en AC 32 (35,5%), de DM 22 (24,4%) y de AD 29 (32,2%). Los pacientes con descargas mostraron mayor porcentaje de problemas en las cinco dimensiones del EQ5D, resultando significativos en DM y AD. Según la EVA, 54 pacientes (60%) puntuaron mejor la percepción de su estado de salud, pasando de una puntuación mediana de 50 (antes) a 75 (después) (p<0,001).
Conclusión La gran mayoría de pacientes portadores de DAI ganan CV tras el implante, siendo esta ganancia más limitada en los más jóvenes y en los que han recibido descargas.