Zoraida Bosch Riera, Inmaculada Gómez Casanova, Montiel María Micó Cuñat
Durante los años de estudios y las prácticas realizadas nos hemos concienciado de la enorme importancia que tiene la higiene corporal en los pacientes encamados, tanto por la información que recibimos sobre su estado de salud y su estado de ánimo, como por los múltiples beneficios que le podemos proporcionar al paciente. Pero al mismo tiempo hemos percibido en la realidad cotidiana de los centros hospitalarios una pérdida de la importancia de la higiene, reducida a una simple rutina. Por ello, planteamos una reflexión a tener en cuenta: devolverle a la higiene del paciente la trascendencia que tiene, participando del proceso junto a las auxiliares, realizándolo metodológicamente. E incluso ir más allá: que el paciente siga los ciclos diarios de lavarse y vestirse como cuando estaba sano.