El dolor es una experiencia común en las personas con heridas tanto agudas como crónicas. El dolor relacionado con las heridas puede ser intenso, afectar adversamente al funcionamiento físico, prolongar el tiempo de cicatrización, causar aflicción psicológica y reducir la calidad de vida del paciente. Los procedimientos de cambio de apósito son, a menudo, el aspecto más doloroso del cuidado de las heridas. Se sabe que el cambio de algunos apósitos adhesivos y secos causa traumatismo y dolor. La prevención/minimización de estos efectos debería ser un objetivo clave en la provisión del cuidado de las heridas, si bien no lo es siempre. Muchos clínicos parecen ignorar todavía el dolor relacionado con las heridas, el efecto perjudicial puede tener en la cicatrización y los remedios disponibles. Además, existen también serias implicaciones en relación con el coste que deben considerarse.