Objetivo. Valorar posibles diferencias entre varones y mujeres en la percepción de un estímulo doloroso (venopunción).
Diseño. Observacional, analítico y transversal.
Emplazamiento. Atención primaria.
Participantes. Muestra de 709 personas mayores de 14 años que acudieron a tres centros de salud para extracción de sangre. Se rechazaron 98 casos (la mayoría por recibir más de una punción).
Mediciones principales. Edad, sexo, hábito tabáquico, percepción de dolor (mediante escala analógica visual de 0 a 10), quejas expresadas (verbales y/o gestuales) y expectativas previas del paciente.
Resultados. La edad media de los sujetos era de 47,4 años, y un 60,1% eran mujeres. La intensidad del dolor tuvo un promedio de 1,35 (desviación estándar [DE], 1,60; moda, 0; mediana, 0,8). Expresó alguna queja el 14,7% de los casos. La mediana de dolor en varones fue de 0,95 (Q3-Q1, 1,9-0,4), frente a 0,70 (Q3-Q1, 1,725-0,3) en mujeres (U = 40,48; p = 0,095). No se encontró correlación entre valoración del dolor y edad (R = -0,055). No se hallaron diferencias entre fumadores (mediana, 0,925; Q3-Q1, 1,725-0,35) y no fumadores (0,75; 1,825-0,325) (p > 0,05). Hubo valoraciones diferentes (estadísticamente significativas) según las expectativas previas de dolor. Igualmente, el dolor fue considerado más intenso por aquellos que expresaron alguna queja (mediana, 2,1; Q3-Q1, 3,85-0,475) frente a los que no lo hicieron (0,625; 1,55-0,3) (p < 0,001).
Conclusiones. No encontramos diferencias significativas entre varones y mujeres en la percepción del estímulo doloroso; en cualquier caso, éstas serían «clínicamente irrelevantes». Existe gran variabilidad individual, lo que indica que los factores fundamentales son los psicosociales. Ante un paciente con dolor debemos realizar una valoración y un tratamiento adecuados, independientemente de su género.